- En 2019, la OEA entregó un informe preliminar que establecía que habían existido irregularidades en el proceso electoral. A raíz de esta publicación se generó un escenario de convulsión en el país, con ataques motivados por el discurso de fraude que replicaron las fuerzas de oposición.
- El informe de la OEA que se dio a conocer tres días antes del plazo estipulado y de manera pública, cuando lo que correspondía era que primero hubiera sido conocido por el Ejecutivo, es catalogado como el detonante del golpe y de las posteriores masacres de El Pedregal, Sacaba y Senkata.
- El presidente Arce sostiene que el fraude en las elecciones del 20 de octubre de 2019 «nunca se probó» y que, tras los comicios, se produjo un «golpe de Estado» y que con el «acompañamiento» de la Organización de Estados Americanos (OEA) y con la «complicidad» de «grupos insubordinados que rompieron la cadena de mando, forzaron la renuncia de las autoridades democráticamente constituidas».
- La fiscalía general del Estado Plurinacional de Bolivia dio a conocer, el pasado mes de julio, un estudio técnico de la Universidad de Salamanca, que estableció: “La inexistencia de manipulación en los datos que prueben una actuación dolosa que hubiera incidido en los resultados del proceso electoral de octubre del 2019”.