Para obtener el denominado “pase verde” es suficiente una dosis de vacuna, o un certificado médico de estar curado del Covid, o test negativo realizado en las 48 horas previas. Quedan excluidos los bares y restaurantes de los hoteles para servicio de sus clientes.
Para el transporte de larga distancia –trenes, autobuses y aviones-, el certificado sanitario será obligatorio a partir del 1 de septiembre. En estos medios se ampliará la capacidad disponible: se va a pasar desde el 50 % de ocupación hasta el 80 %. Los trenes de cercanía, el transporte local y los subtes quedan excluidos de la obligación de exigir el certificado.
Al igual que en Francia, Italia se ha enfrentado en las últimas semanas con manifestaciones en contra de esta medida. En el arco político, la centroderecha apoyó la decisión del presidente Draghi. Hace una semana en una carta publicada por el diario Corriere della Sera, el magnate y exprimer ministro italiano, Silvio Berlusconi, se expresó a favor de limitaciones para las personas que no quieran someterse a la vacuna anticovid.