La administración de joe biden lanzó una estrategia “colaborativa” de migración, que incluye medidas para que los migrantes pidan protección en sus países o en naciones de la región.
El Gobierno de Estados Unidos lanzó el 29 de julio una “estrategia colaborativa” para afrontar la migración forzada desde Centroamérica, que incluye iniciativas para que los migrantes busquen protección en sus países o en la región.
Martha Youth, subsecretaria adjunta de la Oficina de Población, Refugiados y Migración (PRM, en inglés), explicó ayer que la denominada “Estrategia para la Gestión Colaborativa de la Migración” se pretende implementar con los Gobiernos regionales, organismos internacionales y de la sociedad civil
La iniciativa de EUA se compone de ocho líneas de trabajo, entre ellas fortalecer los sistemas de asilo nacionales y regionales, así como buscar opciones de trabajo temporal dentro de la región.
EUA pretende impulsar a los Gobiernos para que aprueben leyes y ofrezcan servicios a las víctimas de desplazamiento forzado interno. También promete financiamiento para iniciativas que atiendan a esta población y dijo que la priorizará en sus programas de cooperación. Además, aseguró que continuará trabajando con naciones como Australia, Brasil, Canadá y Uruguay para que, como en años anteriores, reciban refugiados del Triángulo Norte.
En el documento de la estrategia, EUA pone como ejemplo a la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (COMAR), que desde 2016 “se ha expandido dramáticamente con el apoyo de Estados Unidos , abriendo nuevas oficinas de campo y triplicando su capacidad anual de procesamiento de casos”. Sin embargo, los mexicanos son el grupo con más detenidos en la frontera sur. Solo en junio, la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza reportó 64,854 detenciones, más que cualquier otra nacionalidad.
Ricardo Zúniga, enviado especial de Estados Unidos para el Triángulo Norte, indicó que con estas iniciativas “estamos tratando que los migrantes no tengan que ir a la frontera para pedir protección”. El funcionario señaló que EUA mantiene como objetivos impulsar el crecimiento económico de la región, el respeto a los derechos humanos y libertad de prensa; el combate a la criminalidad y la violencia sexual, así como la lucha anticorrupción.
Michael Camilleri, asesor principal de la administradora de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo (USAID), dijo que, para el año fiscal 2022, han solicitado al congreso $861 millones para esta estrategia. Pero afirmó que esa ayuda “no va a reemplazar” la responsabilidad de los Gobiernos de la región. Por eso, agregó, su país ha condenado actos como el golpe a la Sala de lo Constitucional de El Salvador o la destitución del fiscal anticorrupción Juan Francisco Sandoval, en Guatemala.
Los defensores de los derechos de los inmigrantes ven con escepticismo esta estrategia. “Parecería haber sido diseñada por personas que no conocen a fondo la realidad de El Salvador y de la región”, dijo Óscar Chacón, director ejecutivo de Alianza Américas, una red que aglutina a 50 organizaciones en 14 estados de EUA. ” Una de las principales fallas es que la realidad de los países está llena de conflictos, con oportunidades económicas escasas y deslices democráticos que en algunos casos tienen tintes autoritarios”, agregó.
Para Chacón, es poco probable que países como Canadá o Australia estén dispuestos a recibir mayores cantidades de refugiados provenientes de la región, al tiempo que se deja de lado la conexión que existe con Estados Unidos porque es allí donde se concentra la mayor parte de la diáspora de la región.
El vocero de Alianza Américas confirmó que desde febrero han sostenido reuniones con funcionarios estadounidenses para compartir opiniones sobre las causas de la migración forzada. Si bien ve en el documento algunas palabras de las organizaciones, insistió en que la estrategia parte de una “premisa equivocada” y es que las personas migrantes son malas, cuando en realidad han aportado a la riqueza de Estados Unidos.