Un nuevo intento para tratar de sellar mínimos acuerdos entre el gobierno y la oposición está en marcha.
Maduro aseguró estar dispuesto a iniciar una nueva ronda de diálogo en México con el aval de Noruega, y siempre y cuando la oposición acepte renunciar a la violencia.
Además, el presidente exigió que se reconozca a la nueva Asamblea Nacional, de mayoría oficialista; que se levanten las sanciones internacionales impuestas para forzarlo a dejar el poder, y que se devuelvan todos los recursos financieros que le han sido “confiscados” a Venezuela.
Otro requisito solicitado por Maduro para esta nueva ronda de negociaciones es que todas las eventuales reuniones deben ser abiertas al público y a la prensa. También reconoció el rol de Noruega en las negociaciones.
La política interna de Noruega, su neutralidad y el reconocimiento internacional que tiene en estos procesos ha permitido que pueda tener un papel clave en este país que ha estado sumida en una crisis política, económica y humanitaria desde hace años.