Trump había ordenado una reducción de la presencia de soldados norteamericanos en Irak y en Afganistán en sus últimos meses en el poder y al 15 de enero las tropas estadounidenses en cada país se habían reducido a 2.500 efectivos. Durante su mandato, el expresidente demócrata Barack Obama también había ordenado la retirada de todas las tropas del país en Irak, pero luego volvió a enviar efectivos tras la brutal ofensiva del grupo yihadista Estado Islámico.
Cuando se cumplen 6 meses de la asunción de Joe Biden, representantes del Gobierno de EE.UU. y de Irak están ultimando un plan por el que las fuerzas estadounidenses retirarán sus tropas de combate del territorio iraquí para finales de año, pasando a tener solo una presencia asesora, luego de 18 años de ocupación.
Según The Wall Street Journal y Político, que citan a funcionarios de EE.UU. y de Irak anónimos, bajo este plan un número indeterminado de militares estadounidenses permanecerían en el país de manera indefinida y proveerían apoyo asesor y logístico, así como en las fuerzas aéreas y en la división de inteligencia y vigilancia en la lucha contra el Estado Islámico.