Honduras, junto con El Salvador y Guatemala conforman el llamado Triángulo norte, una de las regiones más violentas del mundo, una región aterrorizada por las maras, como se conoce a las pandillas criminales que siembran terror entre la población, homicidios y reclutamiento forzoso son moneda corriente. Además, los sectores campesinos de estos países se ven afectados por el cambio climático lo cual afecta sus cosechas y destruye su precaria economía, habitan en zonas rodeadas de pandillas, con lo cual no tienen muchas opciones para subsistir.
En junio del año pasado, Trump amenazó a López Obrador con imponer aranceles a las exportaciones mexicanas hacia Estados Unidos, para evitar nuevos aranceles el gobierno de AMLO cedió a las presiones de la Casa Blanca y aceptó endurecer la política migratoria y militarizar la frontera sur. Las imágenes de la Guardia Nacional mexicana persiguiendo a los migrantes demostraba que la promesa hecha por el presidente mexicano a su par estadounidense se iba a cumplir sin miramientos.
La llegada de Biden al gobierno generó expectativas, pero aún no se produjeron cambios sustanciales en materia migratoria.