Morales aseguró que fue similar a “un Plan Cóndor del siglo XXI”, el plan de represión de las dictaduras latinoamericanas de los años 70.
También dijo que hay “pruebas” que involucran en esa asonada al ex presidente Mauricio Macri, acusado de enviar material bélico a los sediciosos.
Además reveló que hubo un ofrecimiento de US$ 50.000 a su personal de seguridad para que lo entregaran a los golpistas.
Y agregó que Estados Unidos ofreció un avión para sacarlo de Bolivia, pero esa propuesta le “dio risa” y sospechó que lo iban “llevar a Guantánamo”.
Morales agradeció al presidente Alberto Fernández y a todos quienes lo ayudaron durante su exilio forzado, parte del cual lo vivió en Argentina, los últimos nueve meses.
Sostuvo que Macri y los responsables del envío de material represivo a su país “deben ser juzgados en Argentina, en Bolivia o en una Corte Internacional”.
El líder del Movimiento al Socialismo (MAS) de Bolivia recordó que en aquellos días, la Policía se amotinó, y las Fuerzas Armadas pidieron su renuncia, y eso permitió que la asonada en su contra se consolidara con acciones represivas que se ejecutaron en el departamento de Cochabamba y la ciudad de El Alto.
El exmandatario afirmó que los “golpes son ahora militares, comerciales y judiciales”, y cuestionó el rol que cumple el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA) en la región.
“Almagro y su equipo, sigue siendo golpistas. Ayer los escuché pidiendo libertad a Cuba cuando la libertad pasa por terminar con ese bloqueo inmoral que Estados Unidos le hace a la isla desde hace años”, puntualizó.