A principios de junio de 2018 el gobierno trató de aumentar el precio del combustible, lo que suscitó una violenta ola de protestas a escala nacional que duró tres días. El descontento generalizado acumulado desde hacía muchos años en un país sumido en la pobreza, desató una crisis que dura hasta hoy y mantiene al país a la deriva.
Además, la oposición denunció el giro autoritario del presidente Jovenel Moïse desde que hace más de un año disolvió el Parlamento y gobierna por decreto. El país está sometido a bandas violentas que utilizan el secuestro y el crimen para atemorizar a la población.
La situación del gobierno se agravó cuando el pasado 7 de febrero, Moïse se negó a abandonar el poder, luego de que el Consejo Superior del poder judicial diera por finalizado su mandato.
El mandato actual formal se originó con las elecciones de octubre de 2015, que dieron a Moise como ganador en primera vuelta. Sin embargo, los resultados fueron anulados por denuncias de fraude y el mandatario asumió el 7 de febrero de 2017, tras nuevos comicios.
La crisis de Haití es estructural, Desde que la dinastía de los Duvalier fue derrocada hace 35 años, Haití es el país latinoamericano que más gobiernos ha tenido en menos tiempo.