Las detenciones se realizaron en el marco de la demanda presentada por la exdiputada del gobernante Movimiento al Socialismo (MAS) Lidia Patty, en diciembre del año pasado. La exdiputada acusó a los exmilitares de haber “deliberado y sugerido” a Morales su renuncia, violando así la Constitución boliviana. En su denuncia sostiene que el exmandatario, que ya no contaba con el mando de las Fuerzas Armadas, se vio obligado a retirarse del poder por “el riesgo de perder la vida”, y por el temor de que el pueblo boliviano “sea masacrado”.
Patty también inició una denuncia contra el líder de la agrupación política Creemos, Luis Fernando Camacho, y su padre José Luis, por supuestos delitos de “conspiración” y “desestabilización” tras la victoria del expresidente Evo Morales en las elecciones de noviembre de 2019.
Morales renunció a la Presidencia de Bolivia el 10 de noviembre de 2019 en medio de un golpe de Estado orquestado en su contra por la oposición respaldada por la Organización de los Estados Americanos (OEA) y EE.UU. Primero viajó a México y luego a Argentina donde consiguió el estatus de asilado político.