La Constitución data de 1993 y fue aprobada después del golpe de Alberto Fujimori, durante el régimen autoritario que encabezó.
Un cambio de Constitución también requiere de la voluntad política del Congreso. Además, la elección y la instalación de una asamblea constituyente tomaría entre un año y medio y dos años, como ha ocurrido en Chile. Entre las reformas previstas se incluyen propuestas para modificar los requisitos para una “cuestión de confianza” que se otorga al Consejo de Ministros, un pedido que el Ejecutivo puede hacer para lograr una aprobación del Congreso.
Se trata un arma de la presidencia que los congresistas buscan eliminar, ya que en caso de que se le sea negada dos veces, puede disolver la cámara (como lo hizo
Martín Vizcarra en 2018). En cambio, los parlamentarios cuentan con la posibilidad de destituir al presidente bajo prácticamente cualquier causa, ante la figura de “incapacidad moral”, y esta disposición no sería eliminada bajo los proyectos de reforma.