China ha iniciado los festejos del centenario de la fundación del Partido Comunista chino (PCCh), fijado para mañana jueves, 1 de julio. Como adelanto, el lunes se celebró un gran espectáculo en el Estadio Nacional repleto de guiños hacia los éxitos –desarrollo económico, erradicación de la pobreza o lucha contra la covid– pero ninguna autocritica.
Mucho ha cambiado en el país desde que, en julio de 1921, un grupo de trece jóvenes entre los que ya figuraba Mao Zedong se reunió clandestinamente en un edificio de la concesión francesa de Shanghái, un encuentro que concluyó días más tarde en un barco turístico en Jiaxing (a cien kilómetros de distancia) por miedo a que la policía los descubriera.
La incipiente formación surgida entonces supo ganarse el favor del campesinado y hacerse con el poder en el campo de batalla, derrotando primero a los invasores japoneses y luego a los nacionalistas de Chiang Kai Shek. El 1 de octubre de 1949, un Mao victorioso, al que solo acompañaba uno de los presentes en la reunión iniciática (el olvidado Dong Biwu), proclamaba la fundación de la República Popular China.
El Partido Comunista de China cumple 100 años reescribiendo la historia