A contramano de sus socios europeos que buscan combatir el odio y la discriminación de la comunidad LGTBI. Hungría dio un nuevo paso contra este colectivo. El Parlamento aprobó una ley que prohíbe contenidos que hagan referencia a la homosexualidad en los colegios y en programas de tv dirigidos a menores, esto va en contra de las libertades fundamentales y del Estado de derecho. La nueva ley estigmatiza a las personas LGTBI, genera hostilidad y prepara un terreno propicio para los discursos de odio que vienen creciendo en Europa.
Hungría es uno de los países más homófobos de la UE. En un eurobarómetro de finales de 2019, una mayoría de la población (el 51%) mostraba su desacuerdo con la afirmación de que las personas gays, lesbianas y bisexuales deberían tener los mismos derechos que las heterosexuales.
En Hungría, gobernada por el derechista Víctor Orbán, miles de personas protestaron contra la ley en el centro de Budapest y más de 130.000 húngaros firmaron una petición pidiendo que se anule. La oposición progresista, colectivos de defensa de los derechos LGTBI y los pocos medios de comunicación no controlados por el Gobierno califican la ley como homófoba al vincular la homosexualidad con la pedofilia.
Frente europeo contra ley húngara anti-LGBTIQ+ reafirma defensa de los «derechos fundamentales»